Cuando tienes la posibilidad de disfrutar, durante cinco años, de la compañía de un amigo como Utiel, mi perro guía, y por razones de salud nos vemos obligados a separarnos, cuesta admitirlo. Los dos juntos nos movíamos con soltura en nuestros desplazamientos, pero cuando tuve que coger el bastón de nuevo, fue como retroceder en todo lo que habíamos conseguido.
Han pasado unos tres meses, y ya tenemos con nosotros a Derbi, el nuevo guía que me acompañará en los recorridos por la zona. Se trata de otro perro, macho, de color negro, tiene dos años, es un cruce de labrador retriever con flats, y es muy bueno y cariñoso. Pese al poco tiempo que llevamos juntos, nos hemos compenetrado muy bien y ya se conoce los sitios más habituales.
Con su llegada me ha traído de nuevo la autonomía para recorrer las calles y caminos de nuestro municipio. Gracias a su compañía y a la buena disposición, por su parte, para cumplir con su cometido, hace que nos sintamos más unidos y libres.
Su trabajo consiste en reconocer y evitar los obstáculos de todo tipo. Marcar los desniveles, bordillos, escaleras, buscar las puertas de acceso a ascensores, y de entrada o salida a los diferentes sitios. En el transporte público siempre busca asientos libres. Cuando es necesario, toma iniciativas buscando la mejor alternativa en situaciones comprometidas. Tiene la capacidad de desobedecer una orden del usuario si ésta supone peligro para los dos.
Por estos motivos, el perro guía, es protagonista de historias, relatos y hechos, donde muestra su inteligencia y capacidad para estrechar lazos de fidelidad con su dueño. A pesar de su voluntad de trabajo y buen adiestramiento, siempre es necesario repetir, a diario, todos los aspectos que le han enseñado, para que en ningún momento baje la guardia y cumpla bien su función.
Se siente muy cómodo en los recorridos que hacemos, tanto en zona urbana como rural. Le gusta mucho el paseo mañanero que hacemos y se nota que tiene bien aprendido todo lo que le han enseñado, pues me lleva por los mejores sitios para que no me golpee con los diferentes obstáculos. Creo que vamos a hacer muy buena unidad. La compenetración entre ambos tiene que ser tan fuerte, que seamos uno solo.
Debido a su condición de guía tiene derecho a entrar en todos los lugares públicos, salvo en quirófanos y ucis. Es por eso que, tanto su higiene, como su salud, deben estar perfectamente acreditadas. Todo esto requiere controles sanitarios muy exigentes para que esté en perfectas condiciones.
Es importante que la población colabore para no distraerle de su trabajo. Nunca se le llamará o se le acariciará, y mucho menos darle comida, cuando esté trabajando. Al cruzarse con otros perros, éstos, no deberían ir sueltos. Todos estos actos le pueden despistar y provocar un accidente. Siempre es mejor hablar con el usuario.
Una vez presentado y explicado lo más importante, sólo me queda decir que Derbi es un vecino más de nuestro pueblo, y que estoy seguro que en poco tiempo se ganará el cariño de todos, y de esta forma se encontrará cómodo entre nosotros. Ya lo está, pero con el paso del tiempo, lo estará todavía más.
Con esfuerzo conseguimos metas que nos producen felicidad. La frustración es consecuencia de la falta de esfuerzo.
